martes, 9 de diciembre de 2008

DÍA DE LLUVIA.

No es ningún secreto que me encantan los días nublados y con lluvia. Me fascina pasear por las mojadas calles de cualquier parte del mundo, pisoteando doradas hojas de árboles que caen por cuestiones climatológicas y regenerativas.

El murmullo de las gotas y el breve soplido del viento en mi cara o en mi nuca formando un sin fin de sinfonías nunca compuestas, que se parecen a todas y entre todas y que a su vez son únicas en su propia esencia.

Seguir con la mirada el cauce ocasional de un río poco caudaloso y de intermitente existencia, imaginando tras una empañada ventana sus sonidos y remolinos provocados por pequeños objetos lanzados por los viandantes, presurosos e inconcientes de la belleza que fluye a escasos dos centímetros de las suelas de sus zapatos.

Pensamientos perdidos e inconclusos tras la ventana, arriba el cielo, abajo el suelo mojado y dentro yo y mil imágenes de afectuosas caras y gestos, de miradas a los ojos, de tiernos tactos en aquel chaleco de suave lana verde que vestías bajo tu chaquetón rojo enguatado que levantaba torpemente para sentir tu cintura, de narices congeladas, de bufandas y guantes perdidos en los laberintos de desorganizados cajones de madera con fragancias de flores secas. Y todo ello en mi mirada que atraviesa el vidrio, mirando ahora sin ver el poco caudaloso e intermitente río casual provocado por la lluvia.




Parece que ahora cae más fuerte, las gotas se unen más en su desesperada caída y se hacen más grandes y veloces. Al sacar la mano por el ventanal para comprobar su temperatura provocan leves pinchazos. Está fría. El caudal del río ocasional crece, hace casi imperceptible las pequeñas piedras que aún asoman sus redondeados picos, y los objetos que antes formaban remolinos han sido arrastrados por la corriente, depositándose algunos en los laterales de la misma. Me acuerdo de los Lamas que presintiendo su muerte se retiran a reflexionar a inaccesibles cuevas del Himalaya sobre las tres grandes cuestiones del mundo: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos? Mientras, el líquido elemento rebosa de su improvisado cauce y es sesgado momentáneamente por la ruedas de los coches que secan brevemente la carretera mostrando sus anchas huellas. Todo cambia demasiado rápido para poder ser captado, las luces de los autos se reflejan en las gotas creando un inmenso crisol de ambarinos colores, imágenes fugaces por mi mente, todo cambia, todo fluye, todo se ilumina.

Imagino un pequeño barco peleando con las olas, golpeando el movible plano acuático mientras arrío la Mayor y la Génova antes de meterme en el camarote a contemplar el espectáculo por la escotilla de ojo de buey a esperar, sin prisas, que termine el temporal. Me veo dentro de una cabaña de madera oyendo el repiqueteo de la lluvia en su débil techo de troncos o bajo la cornisa de una parada de autobús, siempre disfrutando de la tormenta. Me veo en todos lados menos en el que actualmente estoy, pero de eso ni me acuerdo.

Lentamente mis pensamientos vuelven a la realidad. Miro el reloj, sólo han pasado quince minutos, lo que viene a ser un ratito, el que ha durado la dura descarga de la tormenta, ahora todo vuelve a fluir más lento. He de volver a mis obligaciones, me dice mi conciencia, y me dispongo a ello, más con el rabillo del ojo, y antes de darme la vuelta diviso las nubes altas y blancas que preceden a la tormenta, con sus redondas y esponjosas formas. Lo siento, por hoy las obligaciones pueden esperar un poco más, no me voy a privar de juguetear a que se parecen sus abstractas formas, aquella un águila, aquella otra el gorro de un pitufo, la de más allá un barco de guerra, esa que viene por allí …


Pd: Y es que no es más que un día de otoño desde mi ventana.

9 comentarios:

Hellky dijo...

Además creo que éste será un invierno lluvioso de esos que a tí tanto te gustan, por lo que preveo que tendrás algún que otro momento mas para mirar por la ventana y dedicarte un ratito.
Un besote.

nefer dijo...

Divertido conpartir sensaciones, pero a través de la red siempre eh, que luego ...

1BESO.

Neverknowsbest dijo...

¡Cómo se nota que llega el invierno y que de lo alto de la mente llueve inspiración!

Me encanta escuchar Beethoven con un buen cafelito y asomado a la ventana mientras veo la lluvia caer y el cielo ser un inmenso plato de nata.

Calleferia dijo...

"He de volver a mis obligaciones, me dice mi conciencia, y me dispongo a ello".

¿Qué habrá en esa frase que no me cuadra?.... las obligaciones, la conciencia... o que te dispones?.

Un besito.

J.A.S. dijo...

@Hellky, no te preocupes, lo haré siempre que pueda.

@nefer, Compartir sensaciones con Vde., por teléfono, por la red o en persona, casi siempre es un placer, eso sí, en persona que corra el aire.

@Neverknowsbest, algo me decía que compartíamos éste extraño y simple vício.

@Calleferia, ruego no empiece Vde. a hacer preguntas a las que no tengo respuesta, a la par que pido que se manifieste por mis lugares habituales de vez en cuando y en horas a las que Vde. perfectamente sabe que frecuento, ya que cierto personaje (que si estuviésemos en el siglo de oro sería el arquetipo de un digno mesonero) me habla de Vde. y siempre acaba de irse.

Un Beso para tod@s.

Anónimo dijo...

y pese a que aún no sé qué comentar no puedo dejar de hacerlo... imagino que lo que me impulsa a hacerlo será el que quede constancia de que lo he hecho...
Fdo: pffff

Anónimo dijo...

o sera venus que me dice que me ponga las pilas el 10/01...

J.A.S. dijo...

@ Pffff, ignoro los motivos que te hacen comentar. Quizás, y sólo suponiendo, es que anoche recuperaste algo tuyo, y que con ello el círculo se cierra y todo empieza de nuevo.

Que emocionante son los comienzos ¿No Crees? Después la rutina todo lo vícia pero ese tiempo, ese lapso temporal que provoca hasta vértigo hace que merezca la pena.

Un Besote y diviertete en tu retiro.

Anónimo dijo...

mmmm y hablando de circulos cerrados, me produce gran hsatío tu nueva adquisición tecnologica... no eras tú quién debía cerrarlo... y me has jodido el regalo!!!!!!!!!!